Presentación Grupo Casa Azul Rancagua


El Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul es una organización cultural y artística con personalidad jurídica sin fines de lucro, cuyo objetivo primordial es el de llevar el arte, la cultura y el pensamiento latinoamericano a todas las instancias como sus recursos humanos y materiales les permita. Un elemento central que determina el carácter del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul es su noción de colectividad, concepto central frente al que se posterga el "individuo como eje de la producción cultural".

Tenemos 2 equipos operativos y nos distribuimos en CASA AZUL RANCAGUA y CASA AZUL VALPARAÍSO.





miércoles, 30 de septiembre de 2009

Actividad filosófica en Rancagua - Casa Azul y Librería Ágora


El Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul
en conjunto con la Librería-Café Ágora, invitan a toda la
comunidad en general al 2do Taller de Filosofía que se
realizará todos los viernes a las 20:00 hrs.en
Bueras #114, Rancagua.

Del 9 al 30 de Octubre del 2009.

Lo esperamos!

LIBRERÍA CAFÉ ÁGORA INFORMA

Taller de Filosofía
Lugar: Bueras #114, Librería Ágora
Horario: todos los viernes, 20:00 hrs.
Duración: 4 semanas
Costo: Consumo y material de trabajo
Cupos ilimitados

Invitamos a toda la comunidad rancagüina a desarrollar su pensamiento
filosófico a través de un programa teórico del pensamiento occidental.
El taller constará de lectura de textos, debate y crítica. No se
requieren conocimientos en filosofía, sólo las ganas de participar y
aprender en comunidad.

Las sesiones serán:

1.- La moral del amo y del esclavo. Friedrich Nietzsche.
2.- Los cuerpos dóciles. Michel Foucault.
3.- Libertad y liberalismo. Philip Pettit.
4.- Introducción a la filosofía latinoamericana contemporánea.



Se despide atentamente

La comisión organizadora

domingo, 13 de septiembre de 2009

Desde la Orientación Familiar.


Con la creación y aplicación de herramientas de mejoramiento de las relaciones a nivel familiar es que hemos instalado nuevos paradigmas en el modo de hacernos cargo de los conflictos, otrora en el seno interno de cada grupo familiar, destinando los quiebres a hablarlos entre cuatro paredes y buscar las soluciones bajo el manto del concepto “secreto de familia”, avalados por auras de misterio y de evasión ante los problemas manifiestos.

Estos paradigmas que institucionalizan y abren la puerta a conocer la intimidad de los conflictos familiares, dan cuenta de cuanto no nos hacemos cargo de los síntomas a tiempo y que el mecanismo del “ darnos cuenta ” flaqueó, en las instancias de primera formación de las familias, que la decisión de procrear y hacernos cargo de otros seres y sus necesidades no pasó por el tamiz de la razón sino sólo de la emoción y la búsqueda de la satisfacción inmediata, sin hacerse cargo de las responsabilidades que ello acarreaba.

Entonces, cuando las consecuencias sobrepasan las condiciones y capacidades reales de advenimiento y la búsqueda de soluciones propicias al desarrollo de la unidad familiar, es que se recurre a esta herramienta para tratar de enfrentar los procesos truncados, inacabados y/o equivocados en relación al mantenimiento de los hijos, el acceso concreto a los beneficios que brinda la protección del Estado y la postura legal de éste, ante las coyunturas personales y familiares o de pareja.

Es meritoria la influencia de la mediación para la búsqueda de soluciones de mutuo acuerdo y en equidad, con participación directa de sus responsables. Pero si no existe el mismo nivel de calidad de colaboración entre los miembros decisorios de la familia en particular es que se atenta contra el debido proceso y sus posibilidades reales de inserción dentro del ideario colectivo.

La lógica imperante de nuestro mundo actual, que impulsa a la competitividad irreflexiva contribuye a pensar en la fuerte creencia de que se debe GANAR y NO PERDER. Ante este concepto negativamente evaluado a priori es que el papel fundamental de un mediador consiste en intentar cambiar la mirada y la lectura de un proceso que busca, por sobre todo el GANAR, GANAR. Para ambas partes.

Porque cuando se instala el conflicto, no es sólo entre la pareja o entre padres e hijos, en sus diversos niveles de relación. También significa a todo el entorno familiar directo e indirecto, a nivel social, porque cambia, modifica el concepto y significación del modelo relacional afectivo. Es deseable que no fuese necesario este instrumento: es labor de esta carrera que se intervenga a tiempo, cuando la tarea no consista sólo en recoger y repartir lo que se puede salvar ante lo que no fue, pero que tuvo la potencialidad de desarrollo.

Escrito por: Beatriz Jiménez