Presentación Grupo Casa Azul Rancagua


El Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul es una organización cultural y artística con personalidad jurídica sin fines de lucro, cuyo objetivo primordial es el de llevar el arte, la cultura y el pensamiento latinoamericano a todas las instancias como sus recursos humanos y materiales les permita. Un elemento central que determina el carácter del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul es su noción de colectividad, concepto central frente al que se posterga el "individuo como eje de la producción cultural".

Tenemos 2 equipos operativos y nos distribuimos en CASA AZUL RANCAGUA y CASA AZUL VALPARAÍSO.





jueves, 27 de agosto de 2009

Casa Azul Rancagua presenta su Libro OBJ-Ethos en la Casa Galería MirenART de Valparaíso




En el contexto del segundo cumpleaños de casa azul, celebrado en Valparaíso el pasado 15 de agosto, Manuel Orellana y Beatriz Jimenez se trasladaron desde Rancagua y mostraron el trabajo colectivo materializado en el proyecto Libros Obj-Ethos, a partir de un libro institucional recubierto con poesía, gráfica y diseño local, resignificando el trabajo creativo...

sábado, 22 de agosto de 2009

Raúl Fornet Betancourt: La filosofía latinoamericana de la interculturalidad


Mirar nuestra situación como latinoamericanos, revisar nuestra trayectoria, histórica, social y cultural, sigue siendo un factor determinante para crear y enfrentar a otros dialogantes filosóficos a nivel mundial. Aunque situados desde nuestro país, a nivel cultural no tenemos una unidad latinoamericana, sencillamente nos parece ajeno; en cambio, valoramos como atractivo y adecuado lo que tenga que ver con Europa y Estados Unidos principalmente, como si allí se genenerará todo pensar y filosofar.

La difusión de la filosofía latinoamericana, aún parece ser escasa; incluso con la extensa elaboración de pensamiento filosófico que tenemos en nuestra historia con pensadores como: Martí, Roig, Dussel, Ribeiro, etc; es más fácil encontarar artículos de filosofía europea que un simple artículo de filosofía latinoamericana en internet, ni decir en las bibliotecas de nuestro país. Ante esto pienso que una de las prioridades es la difusión, ya que podemos conocer y criticar la elaboración como una propuesta que debe ser discutida, de las filosofías que se han gestado en nuestro continente. Y desde luego “filosofar” desde nuestra propia experiencia, que es nuestra situción concreta, es determinate para complementar lo establecido hasta ahora.En esta oportunidad, me abocaré a un filósofo cubano llamado Raul Fornet Betancourt (1946 en Holguín, Cuba).

Para comenzar, Raul Fornet Betancourt propone que el cuestionamiento de si hay o no una filosofía latinoamericana, es un predominio acrítico; contiene aún una apreciación eurocentrista, ya que no da el paso de la aceptación y de desarrollo del filosofar mismo.Este pensador apuesta por una filosofía de la cultura, lo que implica una generalidad; ante esta idea nos preguntamos ¿cuál es el significado de cultura para Fornet Betancourt?.Este es un tema central, y creo debe ser tratado previamente antes de abordar el centro de su propuesta filosófica.

Hablar de una cultura para Fornet Betancourt significa un asunto de pertenencia a un grupo. Él propone niveles en los cuales nos situamos culturalmente. De este modo pensamos el lugar que nos corresponde y cómo nos relacionamos socialmente, considerando la formación educacional que tenemos. Los niveles culturales que propone son estos:

Herencia: Son las tradiciones que tenemos en el lugar donde nacimos, a que estamos expuestos. Por ejemplo: la cultura chilena.

Educativo: El nivel educativo varía y no siempre está unido a lo tradicional de un país y sus costumbres. Normalmente es promovida por la escuela, familia, etc.

Práctico: Es el de la práctica, esto nos muestra una decisión, opción o adecuación, relacionada con las anteriores pero no siempre consecuente con ellas.

Crítico: Es el cuestionamieto de los puntos anteriores, ya que permite pensar y reformular las anteriores, sobretodo determinar qué cultura quiero para mí y los otros.

El concepto central en la propuesta de Fornet Betancourt es el de interculturalidad, el cual se distingue de otros aspectos que vamos a distinguir. Él indica que hay en lo cultural varias estructuras que determinan a una comunidad y su cultura. Tenemos a:

Multiculturalidad: Que es la multiplicidad de culturas en un mismo lugar, en un territorio común, que entre ellas tratan de tolerarse entre sí.

Transculturalidad: En este caso, sería un producto híbrido en la cual no hay una identidad propia y por lo tanto sujetos pluridentitarios.

Interculturalidad: Hay identidades culturales con referencias más o menos estables, no son fijas propiamente hablando , debido a que mantienen cierta identidad: como son por ejemplo las lenguas.

La interculturalidad, que se comienza a proponer desde 1994, la describe y fundamenta a nivel hermenéutico y epistemológico. Esta filosofía considera el nivel contextual e histórico en la cual se ven afectadas las culturas. Todo esto significa para Fornet Betancourt que: ‹‹La interculturalidad toma muy en serio esta dimensión de la biografía personal, como una cuestión de estabilidad identitaria. Por eso, frente a la multiculturalidad propone el diálogo, no la tolerancia, sino el diálogo. Para la interculturalidad la tolerancia es poco. Hay que ir más allá de la tolerancia, hay que aprender a convivir realmente con amor y aprender a compartir vidas. La tolerancia es un respeto, pero la interculturalidad es una calidad en las relaciones humanas, una relación de mejor calidad entre las culturas y no fría como el soportar al otro››(1) La “estabilidad identitaria” que propone este pensador, es el reconocimiento y consideración de una cultura, un diálogo fraterno entre ellas.

También constituye una ética frente a la globalización, porque sabemos que en el actual panorama mundial, se quiere a paises sometidos en lo económico y cultural. Ante eso lo que tiene que cambiar es la posición de las culturas en su dinámica ante la globalización, y considerar la historia que subyace en el reconocimiento de cada cultura.

En la filosofía de la interculturalidad, ya no hay pretenciones de universalidad cultural, como ha pretendido el filosofar de Europa, sino un incambio de “logos” que se gesta en lo intercultural. No habría un solo logos, por eso determina Fornet Betancourt que la propuesta filosófica tiene el alcance hacia una polilógica.

Esa práctica de relación entre las culturas, también tiene una dimensión pedagógica, que la interculturalidad considera importante. Para eso no hay que ir con rapidez e interrumpir el momento reflexivo que se pueda dar, en ente sentido se valora el ir paso a paso sin una aceleración que nos hace olvidar las cosas relevantes y las dimensiones de la vida.

La filosofía intercultural no se preocupa solamente por la lucha de liberación del pobre, como pretende la filosofía de la liberación; sino que va más allá, a lo cultural en los rostros latinoamericanos: un rostro que es mestizo, otro que es criollo u otro que es europeo. Sin que estos se terminen encasillando, ya que estan los rostros indios y afros. Hay que reconocer los alcance de estas partes y no dejarlas de lado, esta es la relevancia, la diversidad que está en juego.

A modo de conclusión, tenemos una propuesta filosófica, que deriba de la filosofía latinoamericana de este último período, principalmente desde la filosofía de la liberación. Cabe considerarla, difundirla y criticarla en nuestras comunidades, pensandonos desde nuestra realidad y uniendo lazos con nuestro continente, su gente y sus vivencias.



NOTA

(1) http://www.topologik.net/Fornet-Betancourt_numero_5.htm

BIBLIOGRAFÍA

http://www.topologik.net/Fornet-Betancourt_numero_5.htm

domingo, 2 de agosto de 2009

José Luis Cuevas, el dibujo polemizante.


José Luis Cuevas:

Hablar de José Luis Cuevas es contemplar los cambios suscitados en el transcurso de la historia del arte latinoamericano, es además revisar hechos acaecidos en momentos turbulentos; que ciertamente ocurren tanto en su país México como a lo largo y ancho del continente. Contemplar a los lineamientos políticos y cuestionar su ingreso en el arte considerando el sentido estético, es en el caso de Cuevas: sumergirse en colores obscuros y fríos, que refleja la vida oculta de la sociedad y sus hechos.

El contexto social de José Luis Cuevas, nos da muchos indicios de cual será su crítica en sus período de juventud. Encontramos que la tradición que posee México con el arte está centrada en el muralismo, el desprecio de la pintura de caballete y la politización del arte como algo absoluto y único. Esto se ha enquistado y eternizado en la estética de pintores como Rivera, Orozco, Sequeiros y posteriormente en Tamayo. De este modo, José Luis Cuevas pasa a ser un referente importante en contraste con el muralismo nacionalista mexicano. Ante esto verémos una beligerante crítica, de un lado como de otro; sin embargo recibirá apoyo de destacados críticos de arte como José Gómez Sicre, Marta Traba y del poeta Octavio Paz.

Para una escritora y crítica de arte como Marta Traba, un dibujante como Cuevas tiene una relevancia importantísima; son sus dibujos lo que se rescata de los momentos pobres que vive al arte latinoamericano frente a la estética del deterioro, que se vive entre los años 50 y los 70, según Traba. Vemos que José Luis Cuevas, ha sido uno de los pocos que ha iniciado una búsqueda individual como artista, por eso recibe los honores de Traba, ella nos dice: ‹‹Cuevas ha sido, durante diez años, el mejor dibujante del continente y uno de los mejores del mundo.››(1) Tenemos aquí en consideración a una figura que se desmarca de que ha dominado la escena artística por casi treinta años, que son los muralistas mexicanos. Cabe destacar el peso que tiene Cuevas en la mente y las apreciaciones estéticas de Traba, incluso ella lo incluyó como uno de sus cuatro artistas importantes para elaborar un texto llamado “Los cuatro Monstruos Cardinales”(Bacon, José Luis Cuevas, De Kooning, Dubuffet); los cuales se dedicaron al horror y a la desfiguración de sus obras. Según Traba, a José Luis Cuevas se lo ha considerado dentro de la neofiguración, la que bosqueja frecuentemente los dibujos con figuras humanas llegando hasta la deformidad monstruosa. Pero también con mayor énfasis a Cuevas se le considerará su obra como una nueva propuesta artística denominada “el interiorismo”; la cual ataca el arte abstracto y se contrapone a este. Desde este punto de vista es una nueva propuesta de reivindicación de la persona humana en el arte.
Una de las importancias centrales que tiene Cuevas como artista es el de la polémica ácida, lo que ha recibido apoyo y desagrado por sus pares, algunos lo acusan se ser demasiado narcisista al autorretratarse, con una excesiva relevancia a sí mismo que le ha dado en sus obras, además encontramos opiniones como la cual afirma que se le ha sobrevalorado como artista, entre otras.

Área temática:

Vemos que una de la temática central en sus obras es él mismo, usa máscaras incesantes de sí, se auto-asombra de seguir siendo él, sin que cese esa fluidez de personalidad. Una verdad involuntaria es lo que encontramos en Cuevas, pues recarga su obra sobre sí, lleva su propia cruz, eso es lo que quiere transmitirnos, es el rito del espejo perpetuo, un absurdo constante, es el dinamismo de esa dualidad de sí mismo. No es algún otro, no puede colocarse fuera de sí, más bien sigue viviendo en la totalidad intrascendente, es ese infierno que tiene que vivir, sólo le queda mirarse en el espejo, en el cual sólo ve su imagen. Entonces como venganza se autorretrata, pero desfigurándose de forma horripilante. En una entrevista afirmó que: ‹‹El espejo no siempre implica vanidad, sobre todo –como en mi caso- cuando hay un detalle que investigar en el propio rostro, son huellas del tiempo. Solo me miro cuando tengo sobre mis piernas la libreta de dibujo. Si entro en un sitio donde hay un espejo procuro no observarme. Pero mirarme es parte de mi trabajo.›› (2) Pero también, conforme pase el tiempo se añadirán nuevos elementos a sus obras, que son recuerdos de niñez del artista u otras realidades que están ocultas por la sociedad que le toca vivir, nos dice: ‹‹Mi obra se divide en cuatro temas obsesivos: enfermedad, carne, prostitución y despotismo››(3) De este modo, la temática se amplía e incluye la marginalidad misma, no como un análisis sociológico-político sino a partir de el existencialismo sartreano y la miseria humana, dolor, angustia, nausea.
El absurdo:

El absurdo en la obra de Cuevas parte del contenido que pretende reflejar en sus dibujos, se manifiesta a través del espejo, que es como dije anteriormente, es la incapacidad de salirse de sí mismo como una autocondena; ese espejo que arrastra en la vida, el verse a sí mismo y no ser algún otro. La soledad de sí es relevante en la creación de sus obras, ante este solipcismo él ejecuta una venganza, que lo lleva a deformar los autorretratos que presenta; y además al no finalizar sus dibujos refleja el anti-finalismo del absurdo, como algo a medias elaborado pero con una intencionalidad, sin líneas que entreguen el toque final de la obra, etc. Eso no considerado o que provoca la extrañeza que suscita, sale de nuestros parámetros lógicos, los cuales arrastramos con nosotros al contemplar una obra y nos cierra a otras posibilidades.

Movimiento e inseguridad:

El movimiento que ha generado Cuevas, es por su falta de definición y del devenir, fragmentos que nunca acaban, líneas que traza en la constancia y el temblor que se da en la deformación que queda en la periferia del dibujo, sin cerrar la figura sino que se expande a través del espacio circundante. Aquí la movilidad es entrar en un dinamismo constante y hacia la difuminación de la línea.

Esa inseguridad que nos muestra la obra, en sus figuras y contenidos, indica el pavor de la muerte prematura, ante esto puede que el modo de contrarrestar esa tragedia es plasmar a través del arte del dibujo esa fragilidad que se presenta en el día a día. La existencia concreta del hombre provoca la confrontación del devenir que se impone. A partir de si mismo, se ofrece ante las hojas blancas el reflejo de los cortes que ha sufrido el alma a través de la historia que se ha vivido. La belleza como una apariencia externa agradable es cambiada por un cuerpo destrozado, plasmada en el dibujo, horriblemente expresada; de la cual vemos que se les ha amputado las extremidades de su cuerpo, que en mi lectura es el alma misma y sus experiencias, no está el hombre completo, en su integridad, más bien encontramos a un hombre fragmentado, adolorido y falto de entereza ética.

Su modo de dibujar no es la de encontrar la totalidad, ni la simetría, sino que la deformación y el pliegue intuitivo y superficial, en resumen líneas rápidas y abiertas, y en colores sobrios y fríos. Eso le entrega al dibujo una sensación dramática, sombría y lúgubre, que está en la memoria del artista, eso es lo que pretende conseguir reflejar la obra de Cuevas.
El dibujo y su relevancia

El dibujo como arte ha quedado en el olvido, dejada como elemento del proceso de la ejecución de la obra de pintura a través de la historia del arte la presentación contempladora de una obra ya terminada, pasa por ese motivo a ser irrelevante. Ahora vemos que José Luis Cuevas le entrega al dibujo un lugar predominante, y no como un mero elemento accesorio que representa una obra incompleta. Estos novedosos planteamientos, que se extienden en una nueva historia, una renovación no sólo de contenidos sino que de herramientas expresivas, ahora con Cuevas y sus dibujos en exposiciones internacionales no predomina el pincel sino el lápiz. La repercusión de este nuevo paradigma será la fortaleza y fuerza que incitará a la frescura de propuestas creativas en el arte, se afirma: ‹‹Al comunicarse, desde 1954, a través del dibujo, Cuevas procede sin proponérselo al bloque de artistas jóvenes que, en 1970, harán del dibujo una bandera y consigna de rescate de la personalidad perdida››(4). Esta personalidad perdida la encontramos, en la importancia del individuo en la obra de arte, contra el arte abstracto que sigue un arte fundamentado en Kandinsky, en especial los expresionistas abstractos, que posteriormente lo vulgar del pop reaccionará radicalmente en contra ella, ya que daba para cualquier cosa.

Confrontación con los muralistas mexicanos:

Nos encontramos con cambios drásticos en la expresividad estética de jóvenes artistas mexicanos, que brotan con un arte distinto, capaces de dar un giro novedoso y un movimiento fuera de la tradición que estaba en la cúpula dotados de la autoridad para dirimir entre lo que se debe ser considerado arte y lo que no.

La polémica que encienden los nuevos artistas como Cuevas, se muestra en un manifiesto llamado la Cortina de Nopal, publicado en el suplemento México de la cultura del periódico Novedades entre 1957 y 1959, donde se da a conocer su ideario estético y la libertad que expresión temática que quieren tener los artistas jóvenes mexicanos. Además en una obra de arte llamado el “Mural Efímero” de 1967, Cuevas entra a criticar el excesivo nacionalismo y politización del arte con la sátira que implica un mural que pueda durar el menor tiempo posible; según como lo desean sus opositores, la Escuela Mexicana de Pintura, que pretende descalificar la obra a partir de las opiniones vertidas. Cito las palabras del propio José Luis Cuevas, las cuales considero relevantes, conforme a la ironía de su obra:

‹‹Abril 7. Llamo por teléfono a Ricardo Martínez, le cuento de Nueva York y le comunico mi proyecto del mural. No le gusta nada. Comentamos que en una entrevista Siqueiros habla de sus murales, los más grandes del mundo, que está pintando en Cuernavaca y que se instalarán en un hotel que pertenece al español Suárez. Siqueiros ha declarado que su obra resistirá el paso del tiempo por los materiales que emplea.

Abril 9. Como Siqueiros ha dicho que su obra resistirá el paso del tiempo se me ocurre que mi mural debe llamarse “efímero”. Sólo existirá durante un mes y después será destruido. ¿No es acaso un acto de modestia frente a la soberbia de Siqueiros? Él habla también de un arte público, una obra hecha para ser admirada por las masas. Mi mural efímero debo planearlo para que sea visto por las multitudes.
Mayo 29…El mural estará instalado en una azotea de Génova y Londres en la por mí llamada Zona Rosa.

Junio 12. Para quitarme lo “payaso”, dice un periódico, varios pintores mexicanistas apresurarán la destrucción del mural que cada día atrae mayor número de espectadores. Quieren, los mexicanistas, hacer más efímero el mural de lo que tengo proyectado. El tema del mural surgió en el momento de su ejecución. Lo digo hoy en una entrevista. Actué como periodista. Es una alusión a la defensa del heroico pueblo de Israel.››(5)

Así, y con esta burla que estampa Cuevas pasa a ser él, parte de la “generación de la ruptura”, atacando fuertemente al muralismo mexicano; vemos que elige un camino distinto a los hermanos de su patria, una apreciación no política, el dibujo. Sin embargo hay una continuaidad en lo que se refiere al arte mexicano, que nació de los dibujos de Orozco, y del aporte de la generación Felquérez, Carrillo y Von Gunten aceptó la sombra “climática” de Tamayo. Entonces vemos, que los cambios sí tienen su cuota de continuidad que se mantienen a pesar de la ruptura que se ejecuto de un período a otro.
Conclusión:

En definitiva, la obra de Cuevas es el resultado de cambios generacionales que están sujetas al tiempo, al juego de contradicciones que surgen de posturas homogéneas y estáticas; del estancamiento del arte, se ve necesaria la experimentación; lo que pesa son los costos, el temor al fracaso, pero el artista debe arriesgarse en esa tarea, logrando frescas obras, capaces de reflejar la apariencia necesaria para la vida, desligada de las solicitudes del poder que se impone, que no entrega opciones y vive por mantenerse eternamente erigida.
NOTAS:

(1) Dos décadas vulnerables en las artes plásticas latinoamericanas (1950-1970). Pág. 128
(2) La luz de México. Entrevistas con pintores y fotógrafos. Pág. 211-212
(3) Ibíd. Pág. 203
(4) Dos décadas vulnerables en las artes plásticas latinoamericanas (1950-1970). Pág. 130
(5) http://www.letraslibres.com/index.php?art=5671

BIBLIOGRAFÍA

MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES: Exposición “José Luis Cuevas Obra Reciente” Santiago: Diseño y diagramación, 1994

PACHECO. Cristina: La luz de México. Entrevistas con pintores y fotógrafos. México D.F: Fondo de cultura económica, 1988

TRABA, Marta: Dos décadas vulnerables en las artes plásticas latinoamericanas (1950- 1970).1ra edición. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2005

TRABA, Marta: Los cuatro monstruos cardinales. México D.F: Ediciones Era, 1965